El ministro de Seguridad pasó por De 12 a 14 y aseguró que el gobierno nacional no subestimó la situación de violencia e inseguridad de la ciudad. "Estamos contentos con lo que estamos haciendo", subrayó
El ministro de Seguridad Aníbal Fernández dijo este martes que desde el gobierno nacional no se subestimó la violencia y la inseguridad de Rosario, y agregó que para Santa Fe “es indispensable recuperar la Policía” para bajar los índices delictivos. Por otra parte, se mostró en desacuerdo con la idea de que funcionarios políticos porten armas al comentar que “de cada 100 personas que tienen armas, ante una situación complicada, una, dos o tres salen con las cosas resueltas a su favor”.
En una extensa entrevista brindada al programa De 12 a 14 (El Tres), Fernández defendió la tarea desarrollada en Rosario y ponderó que recibió al gobernador Omar Perotti el mismo día que asumió como titular de la cartera de Seguridad. “Venimos creciendo con la capacidad de nuestra inteligencia criminal y estamos contentos con lo que estamos haciendo”, destacó.
“El plan lo diseñamos en septiembre de 2021 y nunca se dejó de ejecutar”, comentó al ser consultado sobre el último refuerzo de agentes federales tras el ataque a tiros contra el supermercado Único de la familia Roccuzzo.
Sobre la actividad delictiva que llevan a cabo presos en cárceles provinciales y federales, el ministro señaló: “Hemos allanado Coronda, Piñero, Rawson. Un teléfono les sale 100 mil pesos, para ellos es un chiste. Hay que buscar otra alternativa para que no puedan tener acceso a internet o a los datos porque todo lo usan para el mal”.
“Yo no subestimé la situación de Rosario”, subrayó el funcionario nacional después de que Sergio Roulier le preguntara por qué no se adquirió antes la tecnología para controlar a la población carcelaria.
Fernández evitó opinar sobre la Policía santafesina, ya que consideró que eso debe ser evaluado por el gobierno provincial. No obstante, indicó: “Es indispensable recuperar la Policía. Es la única provincia que tiene estas complicaciones”.
Con respecto a los controles de tránsito que llevan adelante las fuerzas federales en algunos puntos de Rosario, Fernández respondió de forma irónica: “Que el bonsai no tape el bosque”.
También se refirió al ataque a golpes que sufrió el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, quien recibió trompadas y piedrazos en medio de una movilización por el crimen de un colectivero de La Matanza. Añadió que las características del homicidio “son llamativas” y sostuvo: “Yo reivindico la actitud de Berni. Tal vez yo hubiese sido más cuidadoso en la previa para ver si el tema está manejado para ir sin complicaciones”.
“No uso chalecos yo. No hago papelones”, indicó al hacer alusión a la diputada provincial Amalia Granata, que hizo un móvil para un medio televisivo de Buenos Aires desde la zona oeste de Rosario con un chaleco a modo de ilustrar la inseguridad que atraviesa la ciudad.
Consultado sobre el pedido de permiso del ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro para portar armas, Fernández opinó: “No estoy de acuerdo que los funcionarios porten armas. Desde joven usé armas, tiré con las dos manos. En octubre de 2006 hice un plan de desarme que copié de Brasil y cuando tomé esa decisión regalé mis armas a mis custodias, quienes hicieron el trámite, y yo di de baja el carnet de legítimo usuario”.
“De cada 100 personas que portan armas, ante una situación complicada, una, dos o tres salen con las cosas resueltas a su favor. Hay que cuidarse con el ejemplo”, concluyó.
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