En medio de la preocupación mundial por el aumento de casos y muertes de COVID-19 producidas por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, una epidemia amenaza con instalarse en el mundo.
El Ministerio de Agricultura de China confirmó el miércoles un brote de la cepa H5N8 de influenza aviaria en una bandada de aves salvajes en humedales de la reserva natural de Nagqu, en el Tíbet. El patógeno ha provocado brotes letales en millones de aves en medio mundo.
Pero este virus no es nuevo. Lleva circulando por Europa desde 2014, causando brotes que han afectado a millones de aves silvestres y de corral, según la agencia europea dedicada al control de las enfermedades infecciosas, el ECDC.
Asentamiento de Peredovoi, a 100 km de la ciudad de Stavropol, en el sur de Rusia, el 11 de marzo de 2006. REUTERS / Eduard Korniyenko. Foto de archivo
Pero la gran preocupación pasa por el reciente contagio provocado a siete personas hasta ahora, es decir el salto de infección entre especies. El 20 de febrero de 2021, Rusia alertó de que el virus había dado por primera vez el salto a humanos cuando siete trabajadores se infectaron en una gigantesca granja con 900.000 gallinas ponedoras en la región de Astracán, en el sur del país. Los médicos asistentes confirmaron que ninguno de los siete tuvo síntomas.
Dos científicos chinos, George Fu Gao y Weifeng Shi, publicaron este jueves un estudio científico en la revista Science alertando que tras el COVID puede llegar otra pandemia, como ocurre siempre desde hace milenios. Y los investigadores señalan a un sospechoso: el virus de la gripe aviar H5N8.
“La información sobre el primer caso registrado en el mundo de transmisión de la gripe aviar (H5N8) al ser humano ya ha sido enviada a la Organización Mundial de la Salud”, explicó Anna Popova, responsable de la agencia sanitaria rusa, Rospotrebnadzor, y agregó que las siete personas contaminadas en una granja de aves “se encuentran bien”.
“No se transmite de persona a persona. Pero solo el tiempo dirá qué tan pronto las mutaciones futuras le permitirán superar esta barrera”, agregó Popova. El descubrimiento de esta cepa ahora “nos da a todos, al mundo entero, tiempo para prepararnos para posibles mutaciones y la posibilidad de reaccionar de manera oportuna y desarrollar sistemas de prueba y vacunas”, añadió.
Pollos de corral en el interior de una granja avícola ,Stavropol Region, Russia March 10, 2021. REUTERS/Eduard Korniyenko
Los trabajadores afectados en la granja avícola, donde se informó un brote entre las aves en diciembre pasado, tenían casos leves y se han recuperado, señaló la funcionaria rusa, que indicó que científicos del laboratorio Vektor de Rusia han aislado el material genético de la cepa de los siete trabajadores contagiados y el Instituto de Vectores de Siberia informó que comenzará a desarrollar pruebas en humanos y una vacuna contra el H5N8, según la agencia de noticias RIA.
Los investigadores chinos subrayan en su estudio que el virus de los siete trabajadores rusos pertenecía al subgrupo 2.3.4.4b, con unas mutaciones “preocupantes” que parecen aumentar su afinidad por las células humanas. “Es imperativo que no se ignore la propagación mundial y el riesgo potencial de los virus de gripe aviar H5N8 para las aves de corral, las aves silvestres y para la salud pública global”, alertaron. Al igual que el nuevo coronavirus tiene sus características espículas, los virus de la gripe presentan dos proteínas en su superficie, hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N), con
diferentes subtipos numerados, de ahí el nombre H5N8.
Según el sitio web de la OMS, “aunque las infecciones humanas con virus A (H5) son raras y generalmente ocurren en personas expuestas a aves infectadas enfermas o muertas (o en sus entornos), pueden provocar enfermedades graves o la muerte en humanos”. Seis de los 14 casos de gripe aviar H5N6 en humanos reportados desde 2014 fueron fatales, aseguró el organismo en una publicación con fecha de noviembre de 2016.
“La conciencia de la comunidad sobre los peligros potenciales para la salud humana es esencial para prevenir la infección en los seres humanos”, indicó la OMS. “Se debe continuar la vigilancia para detectar casos humanos y cambios tempranos en la transmisibilidad e infectividad de los virus”, agregó.
En 2020, diferentes variantes de la gripe aviar fueron detectadas en distintos países del mundo, entre ellos Filipinas, Francia, Holanda, el Reino Unido, Japón, Corea del Sur y la India. Al menos 46 países de Europa, Asia y África han declarado brotes letales de H5N8 en aves.
En Francia, millones de animales fueron sacrificados para frenar la propagación del virus. Mientras que en Holanda, el mayor exportador de carne y huevos de pollo de Europa, casi 500.000 gallinas murieron o fueron sacrificadas por el virus en el pasado otoño europeo.
En España, el Ministerio de Agricultura informó en los últimos meses tres brotes en aves silvestres y envió un mensaje tranquilizador tras comunicar este último suceso, el 5 de febrero: “La detección de este caso no implica un riesgo para la salud pública, ya que los estudios genéticos basados en el análisis de las secuencias de virus completo muestran que se trata de un virus aviar sin afinidad específica por los seres humanos”.
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