Dos construcciones de piedra y muchas fosas llenas de restos de aceitunas bien conservadas fue lo que hallaron los investigadores en el fondo del mar cerca a la costa en Hishulei Carmel, en Israel.
Los restos hallados fueron sometidos a análisis científicos, los cuales han demostrado que este alimento era procesado industrialmente para su posterior consumo. Según publica The Jerusalem Post, esta sería la primera prueba arqueológica directa de la existencia de una fábrica procesadora de este tipo y en esa época.
"Una concentración como esta de miles de huesos enteros que no se trituran atestigua el hecho de que estas aceitunas estaban siendo preparadas para eliminar su sabor amargo. Es necesario procesarlas, como se hace ahora, en agua salada. De hecho, la proximidad de estos pozos al mar nos indica que probablemente utilizaron sal del mar, o el agua de mar misma para procesar las aceitunas", concluyó Langgut.
En otras palabras, las civilizaciones de hace unos 6.600 años de este lugar ya eran capaces de procesar aceitunas para hacerlas comestibles y emplearlas en su dieta.
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