El dictamen que finalmente obtuvo la mayoría enumera todos los sitios en donde se prohibiría la promoción de apuestas deportivas y online. Mientras avanzaban las exposiciones, se produjo un intercambio entre Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, y Silvana Giudici del PRO
En un amplio y tenso plenario, diputados nacionales emitieron un dictamen de mayoría para tratar una iniciativa con regulaciones sobre las apuestas online. Los dos dictámenes que se discutieron durante el plenario –en el que participaron las comisiones de Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico, Acción Social y Salud Pública, Comunicaciones e Informática, Legislación Penal y Familias, Niñez y Juventudes– tiene como eje central la prohibición de la publicidad de plataformas de apuestas.
La Coalición Cívica, con el aporte de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre (bloque que reúne a los radicales críticos con el Gobierno), consiguió 90 firmas de los 148 diputados presentes y logró así avanzar con su propuesta. La alternativa era otra propuesta menos coercitiva para la publicidad de apuestas online, que tiene el respaldo del PRO, La Libertad Avanza y la UCR.
El dictamen que finalmente obtuvo la mayoría enumera todos los sitios en donde se prohibiría la promoción de apuestas deportivas y online. Abarca desde plataformas, redes sociales, cartelería en la vía pública y medios de difusión hasta publicidad no tradicional (PNT) o auspicio de equipos deportivos o deportistas en forma individual. Incluye, además, la prohibición de los bonos de bienvenida y alcanza a influencers.
Por su parte, el proyecto que promovía el Pro junto con la UCR y los libertarios se limitaba a decir que se prohibía toda publicidad "tanto de forma directa como indirecta, a través de cualquier medio de difusión o comunicación". Su fundamento apunta que esta legislación podría afectar la libertad de expresión y sentar un precedente al respecto.
"No podemos naturalizar los juegos de azar como una alternativa válida para el entretenimiento de nuestros jóvenes; las dinámicas del juego montan modelos de negocios que ya están instalados en los barrios populares y en todos los estratos de nuestra sociedad", planteó el diputado de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
"Se gastan $11 mil millones en recursos para incentivar la cultura del éxito rápido y la idea de que la salvación personal está al alcance de un solo click", agregó el rosarino Eduardo Toniolli (Unión por la Patria).
La titular del plenario, Mónica Frade, concluyó: "Me comprometo a que -con todos aquellos que hayan hecho disidencias- podamos seguir trabajando y poder llegar honestamente a una ley que sirva".
Por su parte, Silvana Giudici (PRO) explicó las motivaciones del dictamen minoritario (que tuvo 58 apoyos): "Nosotros trabajamos hasta último momento tratando de alcanzar los consensos y por eso presentamos un dictamen simplificado en el que prohibimos la publicidad del juego en todas sus plataformas, pero no avanzamos en cuestiones que puedan lesionar otros derechos como la libertad de expresión y de contenidos en internet. Lo que hay que penar es al intermediario, a ese que junta el dinero de los chicos y luego hace apuestas más fuertes".
Mientras avanzaban las exposiciones, se produjo un intercambio entre los legisladores durante el cual Ferraro preguntó: "¿Qué pasa con Codere y Angelici?". Tras lo que Giudici reaccionó con un insulto: "Sos un hijo de puta".
El diputado de la Coalición Cívica se acercó hasta donde estaba la legisladora y ambos continuaron la discusión a los gritos, mientras otros diputados se acercaban para separarlos.
De convertirse en ley la propuesta que obtuvo dictamen de mayoría, la publicidad de apuestas y juegos de azar online estará permitida únicamente dentro de casinos, bingos, hipódromos, otras casas de apuestas o agencias de lotería. El impacto alcanzaría distintos sectores privados y de la sociedad civil e incluso al fútbol argentino, considerando que tanto la Liga Profesional de fútbol como el 28% de los equipos de la primera división cuentan con publicidad de casinos online.
Otro de los puntos salientes del proyecto es que limita los medios de pago al uso de tarjetas de débito con un tope equivalente al permitido para extracciones en cajeros, mismo tope que se autoriza a las billeteras virtuales. Se prohíbe el otorgamiento de bonos o vales de captación por parte de las casas de apuestas, así como también el uso de sistemas de crédito y tarjetas de prestaciones de ayuda social.
Otra gran problemática que busca frenar el proyecto es el acceso de menores de edad a estas plataformas. De esta manera, se propone la identificación biométrica de los usuarios al inicio de cada sesión y al cabo de un tiempo de jugar, utilizando la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper) para validar la identidad a distancia, mediante el reconocimiento facial.
A su vez se exige que las plataformas y sistemas de juego en línea cumplan una serie de requisitos de apuestas responsables que permitan a los consumidores acceder a información cierta sobre las práctica en la que participan, su historial de usuario, el tiempo en línea, mecanismos de autoexclusión, posibilidad de establecer límites y alertas de tiempo y dinero y secciones de ayuda y asistencia.
Otro aspecto clave del proyecto es que busca crear un registro nacional de autoexclusión voluntaria. El mismo servirá para que la persona que considera que tiene problemas con el juego pueda autoexcluirse por hasta 24 meses, y los establecimientos y plataformas online deberán hacer cumplir esta prohibición. El proyecto establece sanciones de penas y multas frente a su incumplimiento por parte de los titulares y terceros involucrados de entre 3 a 10 años de prisión.
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