Damian Reifenstuel llevaba un mes y medio como profesor del Eempa de Cabin 9. El lunes post clásico pidió licencia por coronavirus y a los tres días avisó que tenía que viajar a Alemania por un problema de salud de su padre. Los alumnos del último año fueron los que advirtieron que podría ser uno de los involucrados en el homicidio
La difusión de las identidades de dos de los sospechosos por el crimen de Ivana Garcilazo generó gran conmoción en la comunidad educativa de la escuela de Enseñanza Media para Adultos “Raúl Héctor García" de Cabin 9. Es que uno de los rostros que rápidamente se viralizó, era el de Damián, el profesor de Química. Fue entonces cuando su errático comportamiento de los días anteriores cobró sentido. Después del clásico Newell's- Rosario Central, pasó parte de enfermedad y luego dijo que tenía que viajar.
Una vez conocido su pedido de captura, tanto las autoridades como los alumnos que asisten a la escuela ubicada en el límite entre Pérez y Rosario terminaron de confirmar la sospecha que se había generado recién el lunes de esta semana.
Según pudo averiguar Rosario3, Reifenstuel había llegado a la institución a mediados de agosto para cubrir las horas de Química que habían quedado vacantes. Si bien su profesión es la de técnico en Gestión Ambiental, se pudo anotar como docente en el escalafón supletorio. Estaba último en la lista, pero consiguió el trabajo tras la negativa del resto. Era la última opción de la institución que ahora se quedó sin quién enseñe Química.
La última vez que dio clases fue el viernes 29 de septiembre, el día antes del clásico. El lunes 2 tenía que volver a las aulas, pero eso no ocurrió. Ese mismo día llamó a la dirección del Eempa para decir que sentía las vías respiratorias afectadas y que creía que tenía coronavirus.
El personal administrativo le solicitó que tramite la licencia ante el ministerio de Educación y los mantenga al tanto. El miércoles, día en el que también tenía que asistir a la escuela, volvió a comunicarse para decirles que se encontraba mejor y que el viernes ya se iba a poder reincorporar.
Pero el jueves algo cambió. Reifenstuel mandó un mensaje en el que les avisaba que su papá estaba viviendo en Alemania y estaba muy mal de salud. “Salgo de una y me meto en otra”, les comentó en un mensaje de audio donde además les dio a entender que tenía que viajar para estar con él.
Pero ante la falta de precisiones, los directivos volvieron a escribirle para saber por cuánto tiempo iba a estar ausente, para saber si lo esperaban o tenían que iniciar nuevamente la odisea de conseguir un profesor.
El viernes 6 le enviaron el último mensaje por Whatsapp para pedirle más precisiones pero el mensaje nunca le llegó.
Sorprendidos por la situación, pero aún sin sospechar que la ausencia estaba vinculada al crimen de Ivana, el equipo directivo de la escuela buscó reacomodar las materias para que los alumnos se puedan ir un poco antes. En el mientras tanto confiaban en poder retomar la comunicación con Reifenstuel para saber cómo avanzar.
Fue recién el lunes 9 de octubre cuando en la escuela comenzó a sobrevolar la hipótesis de que podría ser uno de los involucrados en el homicidio. Ese día el Ministerio Público de la Acusación difundió el video donde se ve a una persona de rojo escapar del lugar del ataque.
Los alumnos de la nocturna vieron algo familiar en esa contextura física y fueron a la dirección a plantear la sospecha. Si bien prefirieron ser cautelosos con el tema, toda la historia de ausencias empezaba a cerrar y se terminó de confirmar este miércoles cuando desde el MPA difundieron su cara y su nombre.
En medio de la conmoción que se generó en la comunidad educativa de la Raúl Héctor García de Cabin 9, los directivos empezaron también a transitar el tortuoso recorrido para conseguir un nuevo profesor que quiera cubrir el puesto vacante.
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