El intendente de Rosario pasó por el estudio móvil de Televisión Litoral en el Monumento a la Bandera y lamentó la ausencia presidencial y de funcionarios nacionales en el acto. “Me siento dolido”, confió en relación a la falta de prioridad que se le da a la ciudad en el gobierno provincial
A poco de comenzar el acto por el Día de la Bandera en Rosario, el intendente Pablo Javkin pasó por el estudio móvil de Televisión Litoral desde donde se acompaña todos los acontecimientos de celebración previstos en el Monumento a la Banderas e inmediaciones.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el intendente, acompañando por la presidenta del Concejo de Rosario, María Eugenia Schmuck, lamentó que una vez más no esté presente en el acto del 20 de junio ni el presidente de la Nación Alberto Fernández ni la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Es una postal de lo que estamos viviendo, se habla mucho de Rosario y se trae poco a Rosario”, dijo.
“Nos duele porque hay muchas cosas de las que padece la ciudad que dependen de otros niveles que tienen potestad para cuidarnos”, continuó y agregó: “En la semana vamos a tener manifestaciones del hartazgo de la ciudadanía -dijo en relación al paro ciudadano previsto para el jueves- El fondo de la solución está en las políticas sociales y de educación, pero si no tenés presencia de cuidado, ¿cómo vamos a discutir el fondo?”.
“No se pone en Rosario lo que hay que poner”, remarcó el jefe de gobierno local y advirtió: “Y tampoco nos dejan ponerlo a nosotros”.
"¿Cuál es el problema en Rosario? Es la falta de cuidado en la calle, para llegar al problema de fondo, las escuelas tienen que abrir", añadió e insistió con la necesidad de que circulen al menos 200 patrulleros policiales en la ciudad.
En otro tramo de la entrevista, Javkin denunció que pidió un patrullero policial para una escuela y resultó que los 3 agentes destinados fueron apresados: “Tenían cocaína en el bolsillo”, destacó.
Consultado sobre si está decepcionado con el gobernador Omar Perotti por la situación que atraviesa la ciudad, manifestó: “Me siento dolido por un trato a una ciudad de la que todo el mundo le gusta hablar pero no es la misma la reacción cuando pedimos que nos prioricen. Rosario no está priorizada”, aseguró.
Por último, denunció un aparato burocrático provincial que dificulta la ejecución de las obras para los barrios rosarinos. "Hubo un burócrata en Santa Fe que estuvo 3 meses analizando las cuentas de la ciudad", apuntó y consieró que eso significa "menos cuadras de pavimento para Rosario".
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