Te contamos la historia de la primera musulmana que conforma nuestro Congreso argentino. Una historia admirable que le da un tinte intercultural a nuestro sistema legislativo.
Soher El Sukaria nació en el año 1975, en tierras muy lejanas. Se trata de una mujer que se dedicó a la política en Argentina, pero que es oriunda de Oriente. Llegó al mundo en la localidad de Baalbek, en la pequeña ciudad de Yedeida, cerca de la frontera con Siria, a más de 150 kilómetros de Beirut, capital del Líbano. En ese lugar del mundo vivió tan solo su primer mes de vida. Sin embargo, sus primeros años y su identidad estarían forjadas por esa corta estadía. Su familia, oriunda de Baalbek, la haría sentir cerca de esa cultura tan particular, con sus rituales y su magia.
Soher El Sukaria llegó al mundo en medio de una guerra civil que se extendió por 15 años. Sin embargo, su madre Rosa, junto a la familia, decidió emigrar a la tranquilidad de las sierras de Córdoba. Su historia de vida es muy curiosa, lleva las marcas del Oriente en su corazón. Y, hoy, las puede compartir en el Congreso de la Nación.
“Abogada, magíster en relaciones internacionales, integrante del Comité Interreligioso por la Paz (COMIPAZ), legisladora de Córdoba y presidenta del PRO Córdoba Capital”: así se define en sus redes sociales. Sin embargo, hay algo que ayuda a reconstruir su personalidad de una manera más profunda, y es la historia familiar. Su papá, Mounif El Sukaria, cursó la Universidad en Beirut para convertirse en sheik. Luego, con los años y en la lejanía, se convirtió en un reconocido imán (líder religioso musulmán) de Córdoba. Ejerció y difundió sus ideales hasta que lo alcanzó la muerte, en 2002.
“Mis abuelos maternos eran inmigrantes libaneses en la Argentina. En el 74, un grupo de paisanos de la colectividad decidió ir a visitar a su familia”, narra Soher. Con el hambre de conocer los orígenes, el abuelo Jaled Sukaria y su hija Rosa (quien sería la madre de Soher), decidieron viajar. Después de 17 años, de acomodarse al mate, a la tranquilidad de La Falda y a la belleza de Villa Giardino, cruzaron hacia Oriente para conocer las raíces.
Una historia de amor en medio de la guerra
Así fue que Rosa y Mounif se conocieron, en el Líbano. Se comprometieron y rápidamente organizaron sus planes a futuro. Mientras Soher estaba en el vientre materno, decidieron emigrar. Sobre todo por la situación social y económica del lugar. Con solo 23 años, eligieron la paz, al costo de abandonar sus tierras. Primero viajó Mounif solo, porque a Rosa se lo impidieron ya que su estado de embarazo era avanzado “En mayo nací yo y en agosto o septiembre mi mamá llegó a Argentina”, resume Soher, la mayor de tres hermanos.
De la guerra a las sierras
Así, en medio de las sierras cordobesas, vivía esta familia musulmana. Siempre rindiendo culto a sus creencias y habitando la tierra que les dio la paz. Con un apego muy notable hacia la tierra cordobesa, Soher El Sukaria decidió hacer carrera política. Llegó al Congreso y, junto a otros profesionales, intenta convertir el mundo en un espacio mejor. Se recibió de abogada en la Universidad Nacional de Córdoba y consiguió una beca para realizar un posgrado en Relaciones Internacionales en España, que terminó en 2009. Cuando volvió de España, se acercó al Pro e inició su carrera política. Antes de obtener su banca en el Congreso Nacional, tuvo una banca en la Legislatura de su provincia. Además, forma parte del Comipaz (Comité Interreligioso por la Paz), organismo que fundó su padre junto a un rabino, un obispo y un pastor evangélico en 1998. Así fue como se convirtió en la primers musulmana en el Congreso de la Nación. Es legisladora de Córdoba y quiere llegar lejos. Más allá del partido político al que pertenezca, la importancia de su presencia en el Congreso radica en la necesidad de conformar un Congreso y una sociedad intercultural. Y, sobre todo, que los espacios de poder sean ocupados por mujeres.
Fecha de Publicación: 16/09/2020
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