La Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) denunció a través de las redes sociales, la conducta de un bombero que, tras atropellar a un ejemplar de lobo ibérico, posó ante la cámara de un compañero con el animal muerto agarrado por las orejas a modo de trofeo.
Este trabajador forma parte de Tragsa, una empresa pública del municipio de Palencia, en la Junta de Castilla y León, España.
Desde ASCEL declaran que no saben si fue un accidente o fue deliberado y también desconocen si se le prestó auxilio al animal o murió en el acto. Con todo, la asociación creyó conveniente difundir las polémicas fotos para condenar la actitud y logró el repudio generalizado en las redes sociales.
Desarrollado por Rodrigo Guidetti