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Mataron a un pibe, hirieron a otro y un barrio entero expresó su bronca

Brian Sánchez tenía 16 años y murió la tarde del jueves cuando pedía monedas y lo acribillaron desde una moto. Carlos S., de 24, quedó malherido.

Regionales | 30/05/20

 
 

Motos que pasan y sus ocupantes disparan balas con alto poder de daño. Pibes que mueren como perros en medio de la calle. Escenas violentas que se repiten en la zona más empobrecida del barrio Norte de la ciudad de San Lorenzo. Ocurrió la tarde del jueves cuando una Yamaha YBR azul pasó poco después de las 18 y quienes iban en ella, con una ráfaga de ametralladora, mataron a Brian Ezequiel Sánchez, un pibe de 16 años que pedía monedas en bulevar Mitre al 900.

"Estamos en medio de una guerra entre narcos y nos están matando a los pibitos del barrio. Entre la pandemia y los transeros no podemos salir a la calle. ¡Basta de arreglo con la cana! ¡Basta de transeros que la policía detiene y después de poner la moneda en la comisaría vuelven a vender! Tenemos demasiados búnkers en este barrio y dónde están lo sabe todo el mundo: la policía, la Gendarmería y la Justicia", explicó una vecina del lugar donde el lunes pasado, en otro hecho violento, Gerardo Marcelo "Pecho" Pérez fue asesinado con un balazo en el tórax en un quiosco de venta de drogas. Ese lugar, tras el nuevo crimen, fue derrumbado por los vecinos la madrugada de ayer.

Desde hace aproximadamente tres años el barrio Norte de San Lorenzo, justo en el límite con Puerto San Martín, se convirtió en escenario de una guerra por el narcomenudeo entre Ramón Alberto "Willy" V. (en San Lorenzo) y Víctor Hugo "Pipi" L. (en Puerto San Martín). Y los mismos investigadores reconocen que en ese barrio limítrofe "hay entre ocho y diez quioscos de drogas" en un radio de 300 o 400 metros. La zona puesta bajo la lupa está delimitada por el arroyo San Lorenzo, bulevar Mitre, calle Díaz Vélez y las vías que corren paralelas a Montevideo.

El bulevar y Díaz Vélez son parte del corredor que los camioneros transitan para tomar una calle a la que los vecinos llaman Costanera y desemboca en la ruta nacional 11. Desde la madrugada y hasta las 17 o 18 horas, ese corredor es lo que le da vida a muchos de los pibes del barrio que manguean y venden todo lo que se pueda imaginar, como lo hacía Brian.

Indignados y rebelados

El asesinato de Brian Sánchez no fue uno más. La noticia de su muerte corrió como reguero de pólvora desde el Hospital Granaderos a Caballo hasta la humilde barriada. La bronca, la indignación y el dolor se hicieron pueblada. Todo el barrio Norte se levantó para reclamar justicia y sus vecinos montaron siete cortes de calles en los que quemaron ramas secas y todo lo que fuera combustible. Transformaron los contenedores plásticos en tambores. Y hasta un grupo, los más enardecidos, marcharon las tres cuadras que separan el lugar donde cayó agonizante el pibe de 16 años y la casa apuntada como el búnker de drogas en el que fue ejecutado el lunes pasado "Pecho" Pérez, quizás entendiendo que hay un vínculo entre ambos crímenes. A golpes derrumbaron la edificación hasta que nada quedó en pie.

Otros, más tranquilos, caminaron diez cuadras hasta la comisaría 7ª para pedir justicia. Todos a viva voz, pero sin exponer públicamente sus rostros, dijeron lo mismo: "Estamos en medio de una guerra narco".

Si bien en el barrio puesto bajo la lupa se han producido el año pasado otros dos homicidios (Walter Daniel Santa Cruz en enero y David Daniel "Tubi" Medina en marzo), los vecinos plantearon como inicio de "la guerra" el crimen de Rodrigo Gigena, un muchacho de 25 años asesinado por error en agosto de 2019. El joven fue atacado en Clemente Albeló al 3600, a unos 800 metros del lugar donde anteayer mataron al pibe Brian Sánchez. "También pedimos justicia por Rodrigo. Así como se equivocaron de pibe con Brian con «El Gordo» Gigena pasó lo mismo", explicó un vecino de barrio Norte.

Desde una moto

La gente del barrio relató que el jueves alrededor de las 18 había pocos camiones circulando por la zona. Y que la patrulla que suele estar de consigna en el cruce de Mitre y la vía, donde hay cámaras de videovigilancia que nadie sabe si funcionan, no estaba.

A esa hora Brian Sánchez, al que apodaban "Runi" (por Wayne Rooney, jugador de fútbol ingles), estaba junto a Carlos Rodrigo S., de 24 años, pidiendo monedas a los camioneros que pasaban. Entonces apareció en escena una Yamaha YBR azul con dos pibes arriba. Al pasar la vía, el acompañante, vestido con una remera amarilla y una gorra con visera, gatilló una pistola ametralladora y empezó a disparar en Mitre al 900.

   Brian y su amigo trataron de correr. Pero no tuvieron tiempo. El adolescente cayó alcanzado por varios proyectiles frente a una casa de Mitre 950, junto a un viejo Fiat Duna blanco que fue perforado por algunas balas. Tenía heridas en el tórax, el brazo izquierdo y la rodilla derecha. Carlos, en tanto, pudo tirarse al piso y eso le salvó la vida, aunque un tiro le dio en una pierna y le provocó la fractura expuesta de tibia y peroné. A Brian lo cargaron en un camioneta policial pero murió antes de llegar al Hospital Granaderos a Caballo.

   La víctima del demencial ataque tenía siete hermanos. “Era un pibito bueno. Yo le puse «Runi» de apodo (por el jugador ingles) porque era coloradito y de cara redonda. Podía tener problemas de adicción, pero no era un rastrero. Estaba tirado, sin un mango, estábamos juntando plata para regalarle unas zapatillas porque sólo tenía ojotas”, contó un vecino de la zona.

   “Pasaron la vía y empezaron a tirar. Le pegaron a Brian y a Carlos porque estaban ahí. Pero después siguieron disparando mientras se iban. Ellos dejan el mensaje y el barrio pone los muertos, y a nadie le está importando”, planteó indignada una vecina. El recorrido de los tiradores quedó señalado por veinte vainas servidas 9 milímetros y la investigación quedó en manos del fiscal Aquiles Balbis.

Reclamo político

El asesinato de “Runi” Sánchez también agitó el plano de la política provincial. Los diputados provinciales Julián Galdeano (UCR), Silvana Di Stefano (UCR) y Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) llegaron ayer a San Lorenzo y se reunieron con el intendente Leonardo Raimundo.

   Luego del cónclave el intendente le pidió al gobernador Omar Perotti más recursos en seguridad, mayor presencia policial, más patrullajes y que el destacamento de la fuerza en barrio Norte funcione durante las 24 horas. El día del crimen de Sánchez y ayer, ese destacamento estaba fuera de servicios según los vecinos.

La Capital

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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