En “Las 7 plagas; ……. de Argentina”, destacábamos la ausencias de concientización, responsabilidad, obediencia, respeto a la autoridad, del “hacete cargo” y cual búmeran ahora la sociedad toda bebe la cicuta del periodista, escritor, sociólogo y político Antonio Gramsci
Partimos de la premisa de Autoridad y su significado, “persona que tiene Derecho o Facultad”, siguiendo dicho concepto podemos colegir que Autoridad “es el Derecho que otorga la razón”; un profesional, alguien con conocimientos específicos sobre un tema y que no puede ser debatido o refutado por un neófito.
Aquí es dónde se encuentra el kit de la cuestión, cualquier persona que supere los 40 años, debe haber notado como la Autoridad en todas las áreas se ha cuestionado por ignotos opinólogos, que lo único que desean, es hacer cumplir su voluntad, pese a estar equivocados, por el mero hecho de no aceptar esa autoridad que brinda el conocimiento, de allí a cuestionar todo tipo de autoridad, límite más delgado que un cabello, solo hubo que dejar hacer.
Se enseñó, se describió, se implantó, que todo tipo de autoridad es sinonimia de Autoritarismo, error que en éstas circunstancias nos costará muy caro.
Los Docentes perdieron autoridad frente a los alumnos, y es diario enterarse de algún Padre (genéricamente hablando, siempre son las Madres); de manos alzar, rápidamente cuando no les agrada alguna premisa dada por la Maestra al alumno.
Como para no extendernos, ni hablar cuando la Policía intenta realizar procedimiento y no solo el posible detenido por infracción, sino que los transeúntes, expectadores, automáticamente ocupan la posición del posible infractor, no dejando que se cumpla la medida dispuesta por Juez ad-hoc, o simplemente por una flagrancia delictiva, haciendo todo lo posible para que el procedimiento termine en un papelón del accionar policial, de ser observado en otros países. Dicha cuestión obedece al mero hecho, exacerbado en el Gobierno de la Abogada exitosa, de acicatear constantemente cualquier tipo de demanda, sin respetar el Derecho del otro, y cual ovejas, nos desviamos kilómetros en más de una oportunidad por 15 personas que deciden cortar una calle, y nadie dice ni hace nada, las Autoridad menos.
Vemos muchas personas de manos largas, prepotear y hasta empujar y en otros casos dar por tierra con agentes del órden, por desconocer la autoridad por un lado, y estar seguro que él no está enmarcado dentro de los límites que la Ley permite y los que no.
El Presidente Fernández, está diríamos incrédulo, ante la Pandemia, y pese a todas las advertencias nacionales, periodísticas, televisivas, radiales, gráficas y de red, existan ciudadanos no dispuestos a cumplir con lo emanado de la máxima Autoridad de la Nación, él.
Este punto tiene dos aristas:
1 - los que no las cumplen por el mero hecho de como planteáramos, “Se igual”, o yo, de la Ley estoy exento de cumplirla.
2 - en la mayoría de los casos por la autoridad competente, que despojados en sus fueros por el desuso y costumbre de no poder ejercerla, se entrega al dejar hacer de ese otro que está en infracción.
Ejemplificativamente, 17 persona llegadas de Brasil a la localidad de V. Gob. Gálvez el 18 del mes en curso, y enteradas las autoridades Municipales, montaron un operativo de control de fiebre, solo hizo falta que una de las pasajeras se negara, para que se impusiera a las autoridades constituidas y se retiraron cada uno a sus domicilios tranquilamente.
La autoridad ?............ fue la gran ausente.
Thomas Hobbes en el Leviatán, como uno de los precursores de la Filosofía Política moderna, planteaba el contrato social, contractualista al fin, dice que para poder vivir el Hombre en Sociedad, necesita de un contrato social (Leyes); ya en el año 1.651, defendía el principio de la “Autoridad”, por pacto de los hombres, con los hombres. Sosteniendo la idea de un Soberano, garantizador de la Paz Social, y ese principio de “Autoridad”, garante de la Paz, es el fundante del Derecho.
Prof. Lic. Daniel Picciau
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