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Cocca: "Si no le ganamos a Godoy Cruz, me voy"

Cocca dejó en claro que si Central no reacciona el sábado dará un paso al costado. "Sé cuáles son las reglas de juego", dijo.

Deportes | 30/10/19

 
 

Si Central no le gana a Godoy Cruz el sábado en el Gigante, Diego Cocca dejará de ser el técnico canalla. Acá no hay especulaciones, elucubraciones propias que impone el mundillo del fútbol cuando los resultados escasean ni nada que se le parezca. Hay una realidad, que fue claramente expuesta por el propio técnico canalla ayer en la puerta del vestuario visitante del estadio Ciudad de La Plata, donde Central sufrió un tremendo cachetazo a manos de Estudiantes.

"Los que mandan son los resultados así que el sábado hay que ganar, sino va a ser determinante para mi continuidad". En apenas tres minutos de conferencia el DT auriazul le puso presente, futuro pero sobre todo contexto a algo ya casi insostenible, donde los nueve partidos sin triunfos pusieron al equipo en una situación de máxima alerta, casi de emergencia, y con serias chances de que acabe un proceso para que comience otro. ¿Con qué nombre en caso de que ocurra lo peor? Es lo que deberán pensar los dirigentes en los pocos días que restan de cara al choque frente al Tomba.

Los rumores sobre un posible alejamiento de Cocca no tardaron en aparecer ayer mientras se aguardaba la llegada del técnico para la conferencia. Es que antes de eso había habido una retirada de parte del plantel de un vestuario en el que ya se habían reunido el propio Cocca con el presidente Rodolfo Di Pollina y el secretario deportivo Raúl Gordillo.

"Mi continuidad no pende de un hilo. Es ganar o ganar porque si no me voy. Lo último que quiero es hacerle mal a Central", fue otra de las reflexiones de Cocca, a quien se lo vio sereno, pero a quien le fue difícil ocultar su fastidio por el partido que había jugado su equipo. Y rápidamente agregó: "Lo estoy dejando claro, el sábado Central necesita ganar y yo estoy al lado de Central. Si no puede ganar conmigo, ojalá venga otra persona que lo pueda hacer. Le tomé mucho cariño al club, trabajamos mucho para mejorar esto y sólo le puedo pedir a la gente que vaya convencida de que el sábado lo levantamos, si no le deseo lo mejor".

Fueron palabras que no necesitaron un marco decorativo ni mucho menos. Ni siquiera preámbulos como tantear cuál era el semblante del entrenador, antes de consultarlo sobre lo que podía ocurrir con su futuro en un puñado de días.

Indudablemente Cocca vio algo particular en los 90 minutos de ayer. Seguramente sintió que más allá de cualquier intento de compromiso lo que hubo fue una puesta en escena con enormes deficiencias futbolísticas y, quizás lo más preocupante, sin la mínima cuota de respuestas anímicas.

Es más, en esa balanza hasta se podría incluir la poca lucidez para al menos intentar manejar un partido que Central comenzó a jugar sabiendo que ese empate tantas veces maldecido lo dejaría al término de la fecha fuera de la zona roja del descenso, por la derrota de hacía minutos de Aldosivi a manos de Godoy Cruz. Ni siquiera de eso supo sacar provecho ayer Central.

Ahora, con este panorama sombrío, en el que los errores se potenciaron de manera extrema y donde el margen de error ya es directamente cero, a los dirigentes no les quedará otra que rogar por un triunfo el sábado, pero tampoco podrán obviar que en el mientras tanto deberán otear el panorama, barajar nombres y tirar líneas. No es un paraguas que merezca ser abierto por las dudas, sino en medio de una situación ineludible, que está y a la que hay que hacerle frente.

Tal vez sea aventurado sí empezar a hablar de nombres. Miguel Russo está libre, el Kily González es el técnico de la reserva y como ellos, otros tantos que podrán sonar y que, se insiste, hoy deben manejarse inexorablemente como alternativas.

Mientras los jugadores ya esperaban en el micro y los dirigentes merodeaban por la zona, Cocca siguió poniéndoles palabras claras a su situación. "Es una decisión que tomé yo. Los dirigentes seguramente se enterarán, los jugadores también, pero nosotros estamos para tomar decisiones", dijo. Y sentenció: "Tengo bien en claro cuáles son las reglas del juego. Los resultados son los que mandan y si los resultados no están, no estaremos nosotros porque no queremos dañar al club. Soy consciente en el club donde estoy".

Después de eso ya no quedaba mucho más para charlar. Ni siquiera correspondía alguna consulta sobre el pobrísimo nivel de juego exhibido. Por eso, Cocca comenzó a cerrar su alocución. "No tengo más nada que decir. Creo que quedó bien en claro lo que siento, lo que pienso y lo que va a pasar el día sábado, así que muchas gracias".

En tan sólo tres minutos Cocca le puso claridad a un tema que hubiera llevado horas de radio, televisión, litros de tinta e interminables rondas de café. En esos 180 segundo el técnico confirmó que espera una respuesta del equipo y que si la misma no llega, a eso de las 19.30 del sábado puede dejar de ser el entrenador de Central.

La Capital

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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