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EEUU pone toda su atención en China y se olvida de Rusia

El Pentágono declaró que desplegará armas de destrucción masiva hacia el Pacífico.

Internacionales | 05/08/19

 
 

Estados Unidos quiere desplegar rápidamente nuevos misiles en Asia, si es posible en los próximos meses, para frenar el avance de China en la región, anunció ayer el nuevo jefe del Pentágono, Mark Esper. Estados Unidos terminó el viernes su proceso de retirada del Tratado de Armas Nucleares Intermedias, INF, algo que se interpreta como una escalada en la confrontación con Rusia, el otro signatario de este documento de 1987. Pero en realidad todo indica que el Pentágono estaba pensando mucho más en China que en Rusia cuando decididió su salida del INF.

 

"Sí, me gustaría hacerlo", respondió el secretario de Defensa estadounidense cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que Estados Unidos despliegue en Asia nuevas armas convencionales de alcance intermedio, ahora que abandonó el tratado INF. "Nos gustaría desplegar la capacidad lo antes posible", prosiguió Esper en un avión que lo llevaba a Sidney, donde inicia una gira de una semana por Asia. "Preferiría meses", precisó a los periodistas que lo acompañan en esta primera gira. "Pero estas cosas tienden a tomar más tiempo de lo previsto". No detalló sin embargo dónde querría ubicar este armamento. "No querría especular, porque son el tipo de cosas que discutimos siempre con los aliados".

 

Estados Unidos y Rusia rompieron el viernes el tratado de desarme nuclear INF, acusándose mutuamente de no cumplir con el pacto. Acuerdo emblemático firmado al final de la Guerra Fría, el INF prohibió a los misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.

China no forma parte del INF ni de ningún otro tratado de desarme y, actualmente posee la "fuerza de misiles más grande y diversa del mundo, con un inventario de más de 2.000 misiles balísticos y de crucero", detalló en abril de 2017 ante el Senado el que fuera jefe del Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas, Harry Harris. Actualmente, Washington no tiene la capacidad para contrarrestar la fuerza de los misiles balísticos chinos. De hecho, "tardaría años en tener una capacidad efectiva de despliegue", ya que durante 32 años ha cumplido con el acuerdo suscrito con Rusia..

 

La idea de un tratado de desarme a tres bandas que incluya a Washington, Moscú y Pekín ha sido vista con buenos ojos por algunos países europeos. "De ahora en adelante, EEUU insta a Rusia y China a que se unan a nosotros en esta oportunidad de ofrecer resultados reales de seguridad a nuestros países y al mundo entero", ha declarado el viernes el jefe de la diplomacia de EEUU Mike Pompeo. Pero en verdad estaba abriendo la puerta a la producción de misiles de alcance intermedio para hacer frente al desafío chino. Esta es la principal hipótesis de conflicto que hoy preocupa al Pentágono, mucho más que el "Oso Ruso" de Putin, debilitado por una economía pequeña y de baja calidad.

 

En un informe la revista National Interest, reseña que la Marina de los Estados Unidos navega frecuentemente en buques de guerra a través de aguas internacionales cerca de una serie de islas fortificadas por China con el fin de hacer valer su derecho a navegar en aguas abiertas. China lanzó misiles balísticos antibuque en el disputado Mar de China Meridional en pruebas a principios de julio. Los ensayos de misiles pusieron de relieve la creciente militarización de las aguas sobre las que varios países tienen reivindicaciones. Pero China, a diferencia de sus vecinos, ha ocupado varias de estas islas, cuya soberanía se discute en tribunales internacionales. Los vecinos Vietnam, Filipinas, Taiwán, así como Japón y Corea, temen que China siga adelante por la vía de los hechos. La presencia de la Marina de los EEUU es el único factor que puede poner un freno al avance de Pekín.

 

En los últimos años, China ha ocupado varias islas en disputa, ha nivelado sus arrecifes de coral y construido extensos campos de aviación y cuarteles e instalaciones para misiles de crucero y sistemas de defensa aérea.

 

La Marina de los Estados Unidos navega frecuentemente a través de aguas internacionales cerca de estas islas fortificadas con el fin de hacer valer su derecho a navegar en aguas abiertas. Estas "operaciones de libertad de navegación", o FONOP, a menudo son objeto de una dura condena por parte de Pekín. En enero de 2019 China desplegó misiles balísticos antibuque en la meseta noroeste del país en un intento de contrarrestar los misiles de la Marina de Estados Unidos. EEUU envió un destructor a navegar cerca de las Islas Paracel, en disputa entre China y varios de sus países vecinos.

 

Misil DF-26, arma estratégica

 

La Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación posicionó al menos una docena de lanzadores del misil antibuque DF-26 en la región de Mongolia Interior, reportó la publicación especializada Jane's. El DF-26 es el misil antibuque más potente de China. Mide 46 pies de alto y pesa 44.000 libras (15 metros y 20 mil kilos, respectivamente). "El DF-26 viene con un diseño modular, lo que significa que el vehículo lanzador puede acomodar dos tipos de ojivas nucleares y varios tipos de ojivas convencionales", informó el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.Con un alcance de hasta 2.500 millas (unos 4000 km), el DF-26 podría golpear a los buques de guerra de EEUU a través del Océano Pacífico occidental. "Incluso cuando se lanza desde zonas interiores más profundas de China, el DF-26 tiene un alcance lo suficientemente amplio como para cubrir el Mar del Sur de China", dijo un experto militar a Global Times.

Pero el DF-26 podría ser vulnerable a las últimas armas americanas. El misil interceptor SM-6 de la Armada de Estados Unidos teóricamente es capaz de golpear a un DF-26 en dos fases de su vuelo, poco después del lanzamiento, a medida que el misil chino está subiendo y ganando velocidad, y luego en la fase terminal, a medida que se aproxima a su objetivo. Este misil, que arma a los cruceros y destructores de la Armada de Estados Unidos, completó con éxito tres interceptaciones de prueba en 2015, 2016 y 2017, según Estados Unidos.

 

Al trasladar una docena de lanzadores DF-26 a Mongolia Interior, a unas 2.000 millas de las Islas Paracel, China pretende proteger los cohetes de la interceptación en fase de impulso. "El lanzamiento de un misil móvil desde las profundidades del interior del país es más difícil de interceptar", señaló Global Times. El SM-6 no alcanza más allá de unos pocos cientos de kilómetros. Si China atacara un buque de guerra estadounidense desde Mongolia, la única posibilidad de que el buque estadounidense golpeara el cohete sería durante los últimos segundos de su vuelo.

 

Un experto dijo a Global Times que una interceptación terminal es más difícil que una interceptación en fase inicial del vuelo. "Su velocidad es tan alta que las posibilidades de interceptación son significativamente menores", señaló. Pero incluso si los estadounidenses no pueden derribar el DF-26, no está claro que el cohete pueda alcanzar a un barco en movimiento en el mar a partir de 2.000 millas.

La Capital

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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