Sergio Kohen, papá de una de las víctimas de la tragedia celebró el fallo de la Corte que ordenó la no prescripción de la causa pero apuntó a los jueces locales. Pidió detener “la pandemia de muertos” en las rutas del país
Sergio Kohen es el papá de Nicolás, uno de los chicos que falleció en la llamada tragedia de Ecos. Celebró que la Corte Suprema de Justicia dejó sin efecto la sentencia que había declarado la prescripción de la causa y ordenó dictar un nuevo pronunciamiento, pero apuntó a la Justicia santafesina a la que calificó de irregular e ineficiente.
El siniestro vial ocurrió el 8 de octubre de 2006, cerca del kilómetro 689 de la ruta nacional Nº 11, a 200 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Murieron 12 personas, 9 de ellas eran estudiantes que habían viajado a hacer tareas solidarias a la provincia de Chaco. También casi cuarenta resultaron heridas.
Consultado en Radiópolis, el programa de Roberto Caferra en Radio2, sobre la decisión del máximo tribunal, Kohen señaló: “Es algo positivo si bien sabemos que la Justicia que llega tarde no es justicia pero lo tomamos con una llamada de atención para la Justicia santafesina” y explicó: “La Corte está diciendo con esto es que hubo una constante impericia de los jueces”.
“La impericia de los jueces fue desastrosa”, remarcó y salvó al fiscal de Rafaela Carlos Stegmayer por ser “el único que se subió el problema al hombro y presentó el recurso de queja ante la Corte”. “Ahora se revirtió y vuelve otra vez a la Corte de Santa Fe y después otra vez a la cámara para que ejecute la sentencia ¿Qué Justicia tienen ustedes en Santa Fe?”, cuestionó.
Para el padre, la causa tuvo una serie de complicaciones: “Primero porque el querellante era el Estado, después –continuó– la falta de preparación de los jueces de los distintos segmentos, la desidia, la complicidad con ciertos intereses, como por ejemplo Protección Mutual que retiraba los expedientes y no los devolvía y dos años para emitir una sentencia”, enumeró.
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