Científicos y empleados del Conicet de todo el país recordarán el Día del Investigador con una olla popular para denunciar los recortes sufridos en los presupuestos para ciencia y tecnología.
Científicos y empleados del Conicet de todo el país recordarán el Día del Investigador con una olla popular para denunciar los recortes sufridos en los presupuestos para ciencia y tecnología. La manifestación, convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), será en el edificio del Conicet de Ocampo y Esmeralda, bajo el lema "la ciencia también bajo la línea de pobreza".
El objetivo "es poner sobre la mesa la gran crisis generada por el ahogo presupuestario que está viviendo el Conicet", señala Sofía Vitali, antropóloga, becaria del Instituto de Investigaciones Socio-históricas Regionales y delegada de ATE.
Según describe, el bajo índice de ingreso a la carrera de investigador es apenas una parte del problema. "La mitad de los trabajadores del organismo están precarizados, son becarios doctorales y personal administrativo cuyos salarios no llegan a los 22 mil pesos por mes, por debajo del índice de pobreza establecido por el Indec".
Y advierte que "el ahogo presupuestario" afecta también al funcionamiento de los institutos. "El presupuesto casi no alcanza para pagar impuestos y el mantenimiento de las instalaciones, menos para pensar actividades académicas como la organización de congresos, vinculaciones internacionales o suscripción a revistas", repasa.
Para Martín Leonard, "la situación es tan crítica que se complica el funcionamiento cotidiano de los institutos, muchos tienen dificultades para comprar papel para impresión o arreglar luces o equipos de aire acondicionado y lo mismo pasa con la compra de insumos, reactivos, materiales. Ni hablar de comprar nuevos equipos", señala el becario del Instituto de Física de Rosario.
Algunos institutos, destaca, "pueden encontrarle la vuelta a la crisis con distintas estrategias de supervivencia, como salir a ofrecer servicios a la industria", un aspecto que pone en cuestión la autonomía del sistema de investigación pública. "La generación de ingresos mediante el aporte empresario no debería ser lo general en un sistema público de ciencia y tecnología. Porque una cosa es transferir conocimiento y acercarse a la sociedad, pero otra muy distinta es buscar financiamiento de privados para poder hacer investigación".
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