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En fotos: cómo están los chicos rescatados de la cueva de Tailandia

Los 12 niños y su entrenados siguen internados en el hospital provincial de Chiang Rai, pero ya comen bien y pueden dormir sin la ayuda de sedantes. Este miércoles, el grupo que salió primero pudo ver a sus padres. El domingo cuatro de ellos serán dados de alta. Las imágenes

Internacionales | 12/07/18

 
 

 

Entre el domingo y el martes, los 12 niños que quedaron atrapados en la cueva lograron salir a la superficie, en un operativo que comenzó con un trágico traspié, la muerte de uno de los rescatistas voluntarios. Todavía siguen todos internados en el hospital provincial de Chiang Rai, pero para el domingo los cuatro que salieron primero podrán volver a su casa. Perdieron peso y tienen las defensas bajas.

 

 

Según informó EFE, los cuatro chicos que salieron primero de la cueva podrán regresar a sus hogares el domingo que viene. Recién hoy pudieron ver a sus padres, aunque a una distancia de dos metros para evitar contagios ya que su sistema inmune se encuentra muy debilitado.

 

 

El doctor Thongchai Lertwilairattapong, inspector general del Ministerio de Sanidad Pública, dijo en rueda de prensa que este primer grupo de muchachos, de entre 14 y 16 años, ya come alimentos con normalidad y duerme bien, sin necesidad de sedantes.

 

 

Los otros cuatro rescatados el lunes y los cinco que salieron al día siguiente, entre ellos el entrenador, tendrán que esperar una semana para poder volver a sus casas.

 

 

Thongchai indicó que estas últimas nueve personas también duermen con normalidad, sin necesidad de sedantes. Y que en líneas general, todos se recuperan según lo esperado, a pesar de los nueve días que estuvieron sin comida hasta que los ubicaron.

 

 

Los doce escolares, de entre 11 y 16 años, y el entrenador, de 26, se internaron en la cueva Tham Luang, situada en el norte de la provincia de Chiang Rai, durante una excursión el 23 de junio tras completar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta inundó el camino de salida.

 

 

La madre de uno de ellos dio la alerta al ver que su hijo no regresaba, pero no los encontraron hasta nueve días más tarde, hambrientos y débiles, en una caverna a cuatro kilómetros de la entrada.

 

 

El rescate empezó el domingo pasado por etapas, pero primero tuvieron que recobrar fuerzas y aprender a bucear, porque muchos no sabían nadar.

 

 

Dos buzos, uno delante y otro detrás, empezaron a extraerlos el domingo pasado, primero un grupo de cuatro.

 

 

El lunes salieron otros cuatro y el martes el resto, en una operación cuya dificultad quedó patente con la muerte, el 5 de julio, de un voluntario antiguo miembro de los grupos de élite de la Marina al quedarse sin aire durante una inmersión.

Rosario3

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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