Tras un comienzo que no podía ser peor, con empate ante la modesta Islandia y derrota con goleada a manos de Croacia, el destino le dejó a la selección argentina la última gran oportunidad de avanzar a la ronda de octavos de final de la Copa del Mundo.
Desde las 15 en San Petersburgo, el elenco de Jorge Sampaoli se las verá contra Nigeria con la obligación de obtener su primer triunfo y (rogando que Islandia no supere a Croacia por un gol más de ventaja) para poder acceder a la instrancia siguiente.
Liderar el grupo, como pretendía, ya es un imposible para la albiceleste, que con un punto de seis posibles, no solo no afianzó el papel de candidato sino que ve comprometida su continuidad en un torneo en el que aspiraba a alcanzar las más altas esferas.
Hasta ahora, en sus dos presentaciones iniciales, el técnico Jorge Sampaoli no ha sabido activar el talento que supone contar en un mismo plantel a Leo Messi, Sergio Agüero, Paulo Dybala y Ángel Di María, campeones de España, Inglaterra, Italia y Francia con el Barcelona, el Manchester City, el Juventus y el Paris Saint-Germain. Pero claro: los protagonistas tampoco ayudaron.
Es más, todo el plantel luce apático y dubitativo ante el cambiante método del técnico de Casilda, al que los jugadores exigen llegar "con la mayor cantidad de certezas" al que para muchos puede ser su partido final como futbolistas de selección.
Ante Islandia, al equipo le faltó lucidez (1-1) y ante Croacia se descompuso (3-0) tras sufrir el primer gol, con el arquero Caballero señalado por su error y con Messi vagando ausente, falto de complicidades sobre el césped.
El 10 no se halló aún en Rusia, donde revive sus males vestido de celeste y blanco. Se lo vio rabioso tras fallar un penal que podría haber cambiado la suerte de su equipo ante Islandia; pero ante Croacia su reacción fue nerviosa e indolente.
Las emociones de Messi son las del fútbol argentino, consumido por una crisis de identidad, con ocho técnicos en los últimos diez años y un último ciclo volátil.
En relación al equipo, Sampaoli no lo confirmó pero hay algunas dudas. Una de ellas es si podrá estar Enzo Pérez, que iba a ser de la partida como volante derecho pero sufre una molestia que podría dejarlo al margen. Si no llega, irían Maximiliano Meza, Eduardo Salvio o Lucas Biglia.
Por lo demás, Franco Armani atajaría por el conmocionado Caballero; los demás serían: Mercado, Otamendi, Rojo, Tagliafico; la duda citada, Mascherano, Banega; Messi, Higuaín y Di María.
Nigeria, ilusionado
Ante las dificultades argentinas, está la ilusión de Nigeria, que está a las puertas de disputar por cuarta vez los octavos de final de un Mundial. Las Águilas Verdes ya se colocaron entre los dieciséis mejores del mundo en Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Brasil 2014, una instancia que es su techo en los Mundiales.
El triunfo ante Islandia por 2-0 dio alas al conjunto que dirige el alemán Gernot Röhr -también a los argentinos, que evitaron así la eliminación a manos de los islandeses-, quien asegura que tienen "muchas posibilidades de ganarle a Argentina".
Nigeria espera contar con su capitán, el mediocampista John Obi Mikel, pese a la lesión que sufrió en una mano en el tiempo adicionado del partido contra Islandia. También estará el delantero Ahmed Musa, autor de los dos goles del triunfo ante Islandia y que ya le ha marcado a Argentina: le hizo dos en la derrota por 2-3 en Brasil 2014.
Será el quinto duelo entre Argentina y Nigeria en Mundiales, siempre en fase de grupos y siempre con triunfo nacional: 2-1 en Estados Unidos 1994, 1-0 en Corea y Japón 2002, 1-0 en Sudáfrica 2010 y 2-3 en Brasil 2014. La albiceleste confía en mantener la tendencia. Y ruegan porque el equipo aparezca.
Formaciones:
Nigeria: Uzoho; Ekong, Balogun, Omeruo; Moses, Obi Mikel, Ndidi, Etebo, Idowu; Iheanacho y Musa. Entrenador: Gernot Röhr.
Argentina: Caballero o Armani; Mercado, Otamendi, Rojo, Tagliafico; Enzo Pérez, Mascherano, Banega; Messi, Di María e Higuaín. Entrenador: Jorge Sampaoli.
Árbitro: Cuneyt Cakir (TUR).
Estadio: Saint Petersburg Stadium (San Petersburgo).
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