El analista Joseph Humire recibió en Washington al enviado de Televisión Litoral en medio de los pedidos de auxilio del gobierno de Macri al FMI. “Tienen que estar tranquilos: Argentina es un gran aliado para Estados Unidos”, dijo.
Washington es una ciudad hermosa. La gente camina por las calles mirando hacia adelante. Raro. Teniendo Apples Stores y boom tecnológico al alcance de la mano, que no haya picado eso de caminar monitoreando el celular como entes de otro planeta. Aca al menos ese vicio no prendió. Claro que tienen muchos otros ademas de la presidencia Trump.
Los argentinos que llegaron ayer a la mañana con el ministro Dujovne aún no merodean las oficinas centrales del IMF (International Monetary Found). El edificio sede del Fondo es un gran bloque de cemento repleto de salones donde se esperan respuestas salvadoras a un extenso compilado de errores técnicos del actual gobierno argentino. ¿Nos salvarán desde aquí? ¿Qué pedirán a cambio?
“Argentina para Estados Unidos es hoy un gran aliado, un socio. Tienen que tomar un lugar de potencia en el mundo”, dice el muy consultado Joseph Humire, director ejecutivo de una ONG dedicada a la investigar las potenciales amenazas que pueden aparecer de “otras naciones”.
Sorprende la definición, el contundente optimismo, cuando a pocos metros de allí Dujovne y sus chamuscados colaboradores llegan al cuartel de bomberos pidiendo que alguien los ayude con tanto fuego.
“Soy optimista. Argentina es un gran aliado en terminos de seguridad, de economía, de afinidad política. Se conoce la simpatía que tiene Trump por el presidente Macri y eso es muy importante. Las amenazas que tiene Argentina son las mismas amenazas que tiene Estados Unidos. Estamos enfrentando los mismos desafíos en el mundo. Y tenemos que trabajar juntos, a lo mejor no a la velociadad que todos quisiéramos, pero es el dia y la noche con respecto al otro gobierno de Kirchner”.
A pocos metros de la Casa Blanca alquilar una oficina pequeña en un edificio compartido (wework, por ejemplo) cuenta 2.500 dólares mensuales mínimo. “Pero estés enfrente de la Casa Blanca”, dice Joseph. El lugar de trabajo es bellísimo y remite a los nuevos conceptos del emprendedurismo del siglo XXI. Una ostentación de jovialidad y diseño laboral acorde a la generación sub40 de la ciudad. “Acá estamos comodos y muy cerca de donde se decide todo”, dice.
—¿Cómo está viendo la situación de Latinoamérica, fundamentalmente Argentina?
—Estamos estudiando tres niveles de amenazas en America latina: crimen organizado, terrorismo y potencial movimiento de armas de destrucción masiva. Hay que mirar la región no como una isla, sino integrada con otras más peligrosas. Hay muchas conexiones como la presencia de Irán. Pero será clave la presencia argentina, en el G20, en el Grupo de Acción Financiera Internacional y próximamente en la OEA con la presidencia del Comité contra el Terrorismo.
Como todo analista de Washington no puede dejar pasar por el alto Venezuela. La gran piedra en el zapato de Estados Unidos. “Mucho peor que un narcoestado”, dice Joseph. “Venezuela es Siria, algo muy importante para Irán. Es un puente aéreo, para manejar sus comunidades y dar logística. La conexión siria venezolana no para de crecer. Su crecimiento construye crisis para chantajear a Estados Unidos.
—Ustedes ven un mundo en permanente conflicto. ¿Siempre estamos en guerra?
—Es algo que se ve igual desde aquí, desde Washington hacia América latina. Vemos que esa región no es de paz, tiene altas tasa de homicios por habitantes, altas tasas de corrupción y crimen organizado y está conectada a la región con redes subversivas cuyos orígenes están en las guerras de Medio Oriente. El cabecilla de esa red es ahora Irán, cuyos líderes ostentan liderazgos antiimperialistas. Cuando los líderes de América latina se unieron (Cristina, Chávez, Lula, Evo Morales) eran más que un movimiento socialista del Siglo XXI, fue una extensión de los conflictos de Medio Oriente. Por eso el primer día que en 2004 conformaron esa unión bolivariana Irán y Siria fueron miembros aliados y observadores de eso. Estamos atentos. Solo eso.
Caminamos por las calles de Washington y oímos una autobomba yendo rápido hacia un lugar. Ciudad bombero. A un precio que aún no sabremos si podremos pagar.
Desarrollado por Rodrigo Guidetti
