En la cena de fin de año de la Fundación Libertad, la ministra de Seguridad dijo que apuró la decisión de respaldar al libertario tras la primera vuelta ante el riesgo de que Massa llevara a la Argentina a un régimen de partido único. Hizo un pormenorizado relato sobre cómo se gestó esa decisión
La nutrida agenda de Patricia Bullrich este lunes en Rosario incluyó la cena de fin de año de la Fundación Libertad, donde se mostró como la verdadera artífice del rápido apoyo de los halcones del PRO con Javier Milei luego de que Juntos por el Cambio –“que no era tan juntos ni tan cambio”, bromeó– saliera tercero en la primera vuelta electoral.
Así, se mostró como la principal socia política del libertario, en detrimento de Mauricio Macri, a quien, dijo, fue ella la que le propuso que sin demoras se hiciera público el respaldo al primer mandatario. Además, en su discurso, varias veces interrumpido por aplausos y también por risas debido a su tono anecdótico, defendió con uñas y dientes las medidas económicas anunciadas en esta semana de gobierno e instó a los empresarios a subirse al tren del oficialismo, al tiempo que dedicó una línea a la inseguridad en Rosario: “Con Pullaro y Javkin vamos a sacar a patadas a los narcos”.
La ministra de Seguridad habló ya avanzada la noche, a la hora de los postres –que no disfrutaron ni el gobernador Maximiliano Pullaro, que no asistió, ni su ministro de Seguridad Pablo Cococcioni, que se fue apurado cuando se enteró del crimen de un almacenero en Villa Gobernador Gálvez–, en el centro de convenciones del Hotel Ros Tower. Antes hubo una recepción con bocaditos y luego un plato fuerte en base a lomo, todo regado con vinos y champán Trumpeter.
Con tono informal, Bullrich sostuvo ante un auditorio de 500 personas, entre empresarios, funcionarios, jueces, legisladores e integrantes de la Fundación Libertad, que con Milei siempre tuvo una “convergencia de ideas muy importante” más allá de las discusiones de campaña. Y dio su versión sobre cómo se decidió el apoyo rápido de los halcones del PRO al libertario.
Contó que la noche de las elecciones generales no se podía dormir luego de la frustración por salir tecrera y quedar afuera del balotaje. En el insomnio, releyó su tesis con la que se doctoró en Ciencia Política, que se centra en el riesgo de que Argentina se convierta en un país con partido único como en México. Y se convenció de que si ganaba Sergio Massa iba a ir por ese sueño del peronismo, por lo cual había que frenarlo. ¿Cómo? Con el apoyo a Milei.
Al día siguiente, relató, el dirigente rosarino Federico Angelini, con quien ayer llegó a la cena, la fue a ver a las 11. Llegaba de una reunión con Macri. “Estamos viendo qué hacer”, le planteó él y barajó la posibilidad de hacer algún estudio de opinión. Pero ella le respondió que ya tenía la decisión de Massa y, siempre según lo que dijo en el discurso, se apuró a escribir los argumentos de por qué si ganaba Massa Argentina se convertiría en un partido único con el kirchnerismo dominando todos los ámbitos de la esfera pública. “Todo el país iba a ser como Santiago del Estero y Fomorsa. Teníamos que salir a cortar eso”, graficó.
Bullrich dijo que le transmitió esa idea a todo su equipo y que con Angelini, Federico Pinedo y Hernán Lombardi fueron “a decirle a Mauricio que había que apoyar a Milei”. “Qué rápido tomaron la decisión”, contó que fue la respuesta del ex presidente.
Faltaba el respaldo de Luis Petri, hoy ministro de Defensa, para que la fórmula completa que había sacado el 24 por ciento de los votos transmitiera la decisión. “Nos llevó dos minutos y medio”, dijo, y la platea reaccionó con risas.
Luego amplió: “Tenía que ser de inmediato, un golpe de efecto que fuera un mazazo para Massa y quedara tendido en el piso”. Así se hizo.
Bullrich aseguró que se trabajó el voto a Milei frente a un electorado de Juntos por el Cambio que en gran parte parecía inclinarse por el voto en blanco. Finalmente el 24 por ciento “fue completo” al libertario.
Eso, sugirió, le da un lugar de socia fundamental del actual presidente, algo que se traduce en su incorporación y la de Petri al gabinete más el aporte legislativo que hace su sector: “Convertimos un país presidencialista en un país que juntó dos expresiones de cambio”.
Desde ese lugar, defendió el plan de ajuste del gobierno, al que definió como “que es de Favaloro; si fallás un centímetro puede ser un desastre” porque “el paciente”, la Argentina, está al borde de la muerte.
Y explicó que “lo que se está haciendo es una tarea muy compleja, pero con algo muy importante: un equipo y un cirujano a los que no les tiembla el piso”.
“Es un momento en el que todos los empresarios tienen que poner el hombro para sacar a la Argentina adelante. No hay otra manera de sacar a la Argentina que no sea haciendo lo que estamos haciendo. Algunos me aplauden y otros no, con cara de esto lo escuché varias veces. Lo entiendo. Pero les quiero decir que no existe una convicción en en la historia Argentina de hacer una reforma tan profunda”, le dijo a los hombres de negocios presentes.
Luego arengó: “Por eso les digo apuesten, apuesten a lo que viene. Apuesten a un gobierno y sean parte. Si los argentinos no son parte de lo que viene la situación va a ser dificil. Tenemos un montón de gente que quiere que fracasemos, que Argentina siga siendo un país mafioso. Nosotros queremos que Argentina sea un país libre, donde cada uno pueda trabajar, progresar, tener su empresa, su estudio”.
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